Pampa Energía solicitó formalmente su adhesión al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) con el objetivo de impulsar un ambicioso proyecto de infraestructura en el yacimiento Rincón de Aranda, ubicado en la provincia del Neuquén. La iniciativa contempla una inversión de 426 millones de dólares y la construcción de una planta central de tratamiento de petróleo y gas (CPF, por sus siglas en inglés), cuya puesta en marcha está prevista para el próximo año.
Con este desarrollo, la empresa prevé comenzar a exportar crudo por un valor estimado de 1.200 millones de dólares anuales a partir de 2027.
“La construcción de esta planta y su infraestructura asociada es clave para fortalecer nuestra operación en Vaca Muerta. Nos permitirá captar la producción de todo el yacimiento, que tiene una extensión de 240 km², y conectarnos con los sistemas de transporte troncales”, explicó Gustavo Mariani, CEO de Pampa Energía.
El proyecto incluye no solo la planta de procesamiento, sino también una red de oleoductos y gasoductos que vincularán la producción con sistemas estratégicos como el Gasoducto Perito Moreno y el Oleoducto Vaca Muerta Sur. También contempla terminales de almacenamiento, estaciones de bombeo y otras instalaciones complementarias.
Esta iniciativa se enmarca en el plan de inversión integral que la compañía está desarrollando en Rincón de Aranda, donde proyecta destinar un total de 1.500 millones de dólares para multiplicar por diez su producción de petróleo en los próximos años.
