Concluyó la primera etapa de análisis sísmico a 200 kilómetros de Mar del Plata. Los resultados técnicos definirán si se perfora un pozo exploratorio antes de fin de año.
Shell y Qatar Petroleum finalizaron la primera fase de estudios sísmicos en áreas de la plataforma continental argentina, a unos 200 kilómetros de la costa de Mar del Plata. Durante cuatro meses, se realizaron tareas en las áreas CAN-107 y CAN-109, consideradas estratégicas por su cercanía con zonas pesqueras y su potencial energético.
La adquisición de datos se efectuó mediante tecnología 3D, con el buque especializado PxGeo2 y apoyo de remolcadores de aguas profundas. Esta información pasará ahora a una etapa de procesamiento técnico que será clave para definir los próximos pasos del proyecto.
“El análisis de los datos recolectados permitirá establecer si se avanza hacia una nueva fase”, señalaron fuentes cercanas a la iniciativa. Si los resultados son alentadores, el paso siguiente sería perforar un pozo exploratorio, aunque previamente deberá obtenerse la aprobación técnica y ambiental de la Secretaría de Energía.
Los trabajos se realizaron bajo protocolos ambientales específicos y abarcaron una extensa superficie en la Cuenca Argentina Norte, una región que presenta similitudes geológicas con zonas de exploración marina en Namibia.
En esa misma cuenca se encuentra el antecedente del pozo Argerich, perforado por Equinor, que no arrojó resultados positivos. Pese a ello, expertos del sector destacan que la actividad offshore requiere una visión de largo plazo. “La geología de la zona justifica la continuidad de los estudios”, afirmaron técnicos consultados.
De confirmarse un descubrimiento comercial, se abriría una etapa de desarrollo con nuevas perforaciones e instalación de infraestructura. Las inversiones proyectadas para esa fase rondan entre los 2.000 y 3.000 millones de dólares. La producción efectiva podría comenzar en un plazo de cinco a siete años.
Las estimaciones del sector indican que un yacimiento en esta área podría tener una vida útil de hasta treinta años, lo que explica el interés sostenido tanto del sector privado como de organismos estatales en el avance de esta exploración.
Los resultados del procesamiento sísmico se esperan en los próximos meses, y serán determinantes para definir el futuro del proyecto.
