Con el foco puesto en promover un nuevo paradigma de negocios, marzo fue nuevamente el Mes de las Empresas B, una campaña global que busca destacar el rol de las compañías que trabajan por un impacto económico, social y ambiental positivo. En el país ya hay 248 empresas que cuentan con esta certificación, que reconoce altos estándares de transparencia, sustentabilidad y compromiso con el bienestar colectivo.
La edición 2025 giró en torno a la “Generación B”, un grupo de líderes y organizaciones que demuestran que es posible hacer negocios con propósito. A través de diversas actividades, estas empresas compartieron experiencias, resultados y beneficios de operar con una lógica que va más allá del lucro, poniendo en el centro a las personas y al planeta.
Las Empresas B se comprometen, de manera pública y legal, a gestionar su impacto en comunidades, trabajadores y el medio ambiente. La certificación es otorgada por B Lab, una organización internacional que valida estos estándares y promueve la mejora continua. En todo el mundo, existen 9.625 Empresas B distribuidas en 102 países.
“Este proceso implica que la empresa se haga preguntas que usualmente no se hace. No solo cambia su forma de operar, sino que gana competitividad al sumar una mirada social y ambiental”, explicó Fernanda Mierez, copresidenta de Sistema B Argentina. Su par ejecutiva, Marina Arias, agregó: “Estamos impulsando un modelo económico inclusivo, regenerativo y equitativo. Las Empresas B son apenas la punta del iceberg: hay muchas más que están transitando ese camino”.
Entre los casos destacados está Brubank, el único banco B del país. Su fundador y CEO, Juan Bruchou, detalló que el 50% de sus clientes no tenía acceso previo al sistema financiero: “Ser Empresa B es un orgullo y una nueva forma de entender el trabajo. Es un cambio cultural para generar un triple impacto real”.
Otra de las compañías que forman parte del movimiento es Agua Segura, que lleva adelante programas de acceso, saneamiento y conservación del agua en varios países. “Cada decisión tiene una consecuencia. Ser Empresa B es elegir tenerlo presente siempre, incluso cuando eso implique rechazar propuestas que no se alinean con el propósito”, señaló su director ejecutivo, Manuel Saurí.
Por su parte, Paola Nimo, gerenta de sustentabilidad de Natura Cosméticos, subrayó la importancia de medir también el capital social, humano y natural: “La regeneración no es solo conservar lo que queda, sino crear condiciones para que lo ambiental y lo humano florezcan”.
La comunidad B en Argentina
Las 248 Empresas B argentinas pertenecen a 30 sectores distintos, generan más de 28.000 empleos directos y facturan, en conjunto, unos u$s1.821 millones anuales. El camino para sumarse a esta comunidad comienza con la Evaluación de Impacto B, una herramienta gratuita y confidencial que permite medir el desempeño ambiental y social de cada organización.
“Es una hoja de ruta para mejorar. Permite gestionar los impactos y comparar el desempeño con otras empresas similares”, agregó Arias.
Acciones destacadas del Mes B
Durante marzo, varias compañías impulsaron acciones para acercar el modelo B a más personas. La Anónima Online lanzó su Góndola B con descuentos especiales en productos certificados. En Mercado Libre, la góndola digital permite acceder a productos B desde varios países de la región. Aguas de Origen, por su parte, también sumó rebajas en su ecommerce.
Brubank colaboró con otras Empresas B como SuperBol, TICA, Pura Frutta y Fracking Design para ofrecer promociones conjuntas. Además, hubo propuestas gastronómicas con impacto positivo, como los tragos especiales en Sarasanegro (Mar del Plata) o una hamburguesa de triple impacto en B CARNE.
El Grupo Limpiolux organizó una jornada de reflexión sobre igualdad de género en el barrio Mugica, con apoyo de otras empresas B. En Mar del Plata, se realizó un evento con yoga, charlas y limpieza de playa impulsado por Luleå, Kalmar, CEDEAC y Lucenza. En Bafweek, Limay Denim y Sunshine Lab presentaron una colección sustentable inspirada en la Patagonia.
También hubo charlas virtuales como la organizada por La Anónima Fintech sobre educación financiera e iniciativas conjuntas entre Sistema B y Natura para debatir liderazgo y compromiso ambiental.
La comunidad B sigue creciendo en Argentina, apostando a un modelo de negocio que pone la sostenibilidad en el centro y busca demostrar, con hechos, que otra economía no solo es necesaria, sino posible.
