Un reciente informe de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) expone el enorme potencial productivo del agro argentino, con una proyección de 251,4 millones de toneladas de granos hacia 2035, lo que representaría un aumento del 57,8% respecto al nivel actual.
Según el estudio, difundido por La Nación, alcanzar ese volumen récord dependerá de la eliminación de las retenciones a las exportaciones, la reducción de la brecha cambiaria, mejoras en infraestructura y una adopción plena de tecnologías de última generación por parte de los productores.
En un primer escenario, que contempla mejoras en el transporte terrestre y fluvial, una vía navegable más profunda, mayor participación del ferrocarril y eliminación progresiva de los derechos de exportación, la producción podría superar los 200 millones de toneladas en 2035. Esto representaría un crecimiento del 26,7% respecto a los 159,3 millones de toneladas proyectados como base. Los principales cultivos que impulsarían este aumento serían el maíz, la soja y el trigo.
El informe propone eliminar los derechos de exportación en un plazo de cinco años, mediante una reducción gradual y uniforme para todos los productos, tanto granos como derivados industriales. Esta medida fortalecería los márgenes de los productores, incentivaría la adopción tecnológica y mejoraría la competitividad internacional.
Con este esquema, el área sembrada total crecería un 8,1% hasta alcanzar las 42,35 millones de hectáreas en 2035. El maíz sería el cultivo con mayor expansión (+10,3%), seguido por la soja (+11,7%) y el trigo (+0,5%).
En términos de producción, se alcanzarían los 202 millones de toneladas, con el maíz liderando el incremento (+44,3%), seguido por la soja (+12,3%) y el trigo (+23,8%). Las exportaciones también crecerían un 29,7%, totalizando 136,95 millones de toneladas, con el maíz, el trigo y el poroto de soja como principales productos de venta externa.
El informe también plantea un segundo escenario, aún más ambicioso: si además de las reformas estructurales se logra una adopción plena de tecnologías avanzadas, la producción podría escalar hasta 251,4 millones de toneladas. Esto implicaría ingresos adicionales por exportaciones de 17.000 millones de dólares, alcanzando un total estimado de US$ 50.430 millones.
La llamada «supercosecha» se apoya en la combinación de un entorno macroeconómico favorable, mejoras logísticas y un cambio cultural hacia la modernización tecnológica en el campo argentino.
