El comercio exterior argentino cerró marzo de 2025 con un superávit comercial de USD 323 millones, según el informe del INDEC. Aunque el resultado fue positivo, representa una baja considerable en comparación con los USD 2.160 millones registrados en el mismo mes de 2024.
El intercambio total de bienes alcanzó los USD 12.334 millones, un 14% más que el año anterior, impulsado principalmente por el fuerte crecimiento de las importaciones.
Las exportaciones sumaron USD 6.329 millones, lo que significó una caída interanual del 2,5%, explicada por una baja del 4,2% en las cantidades exportadas, parcialmente compensada por una suba del 1,8% en los precios. Los productos primarios y los combustibles y energía mostraron retrocesos significativos, del 16,1% y 13,5% respectivamente. En cambio, las manufacturas de origen industrial crecieron 13,1%, impulsadas por un incremento en los precios, especialmente en rubros como piedras y metales preciosos.
Del lado de las importaciones, el total alcanzó los USD 6.006 millones, un aumento interanual del 38,7%, aunque con una caída del 8% respecto a febrero. El incremento en términos anuales se explicó por un salto del 47,5% en las cantidades importadas, a pesar de una baja del 6% en los precios.
Entre los rubros más dinámicos se destacaron los vehículos automotores, con un alza del 107%, los bienes de capital (74,1%) y los bienes de consumo (75,7%). Esta tendencia refleja una recuperación de la demanda interna y un mayor nivel de actividad en sectores dependientes de insumos importados.
Pese al aumento en el volumen importado, el índice de términos del intercambio mejoró un 8,3% interanual, lo que indica que Argentina exportó a precios más favorables en relación a los que pagó por importar. No obstante, el balance comercial positivo se explica más por factores coyunturales que por una mejora estructural.
De hecho, si se hubieran mantenido los precios del año pasado, el país habría registrado un déficit de USD 174 millones, lo que resalta la fragilidad del superávit actual.
